No dar los cuidados necesarios a la zona afectada.
Es fundamental mantener una hidratación e higiene diarias en la zona intervenida.
Los productos idóneos para ello serían aquellos que carecieran de alcohol y fueran suaves y humectantes. Además, un plus sería el utilizar un serum que contuviera ácido hialurónico, ya que ayudaría a que el efecto perdure en el tiempo. Gracias a esto, la piel mantendrá una hidratación correcta y permanecerá firme, tersa, y sedosa.
Tocar la zona de la aplicación y hacer expresiones faciales exageradas.
Es normal que durante las primeras horas la zona esté sensible, enrojecida e inflamada y que al tacto se produzca algo de dolor. Por lo que, durante la primera semana, sería conveniente no realizar muecas forzadas que obliguen a mover mucho los labios, ya que el producto podría llegar a moverse y que se modificase la forma dada, además de sentir dolor.
Practicar deporte en los días siguientes a la operación.
Dado que durante la práctica de deporte se producen movimientos bruscos, sudoración y puede haber posibles golpes o lesiones. Lo mejor es que durante la primera semana, guardes reposo para que el tratamiento se asiente y evolucione de manera favorable y el cuerpo trabaje en la curación.
No aplicar hielo.
El hielo es uno de los antiinflamatorios, que además de ser natural no provoca efectos secundarios, te ayudará de forma eficaz a paliar los efectos del tratamiento. Es recomendable mantener compresas con hielo o éste envuelto en un paño durante el primer y segundo día. De esta manera, la hinchazón disminuirá y con ella el dolor.
Dormir boca abajo.
Como en muchos tratamientos cosméticos, dormir boca abajo es perjudicial para la cura de éstos. Por un lado, se estará aplastando la zona del tratamiento y por otro, el dolor aumentará, por lo que no se estará contribuyendo a su correcta curación.
Lo ideal en este caso, sería dormir con la cabeza elevada, ya que de esta manera permitirá reducir la hinchazón y favorecer al restablecimiento de los labios lo antes posible.
Exponerse a altas temperaturas.
Es recomendable no exponerse al calor de los rayos uva, de una sauna o similares, ya que se podría producir una expansión del material o filtraciones al exterior, si no ha pasado un tiempo conveniente después del tratamiento.
Cuidado con los alimentos sólidos.
Es aconsejable evitar los alimentos sólidos ya que estos contribuyen al movimiento de los labios. El dolor podría aumentar o darse la aparición de hematomas donde se realizaron las inyecciones o microfisuras.
No atender a las recomendaciones del especialista y no acudir a él si surgen complicaciones.
En algunas ocasiones los pacientes no hacen caso a las recomendaciones o cuidados posteriores que su médico les indica. Esto podría llevar a provocar efectos secundarios adversos, como puede ser el desplazamiento del ácido hialurónico del lugar de penetración.
Si bien pueden sufrirse escasas complicaciones, no solucionarlas inmediatamente puede traer problemas permanentes. De esta manera, en caso de que el dolor persista y la hinchazón no baje con el tiempo, es necesario recurrir al especialista que realizó el tratamiento.
