Rapport es una palabra de origen francés que significa “traer de vuelta” o “crear una relación”. Es un constructo que a los psicólogos nos resulta familiar, ya que somos conscientes de que sin un buen ambiente de confianza y una buena relación terapéutica, el proceso se complica significativamente.
Rapport
El rapport puede relacionarse fácilmente con otros conceptos sumamente importantes como “empatía” o “sintonía” y probablemente, se trate de nociones interdependientes: es decir, uno puede darse como consecuencia del otro, o pueden compartir varios puntos comunes. Es por ello que el rapport terapéutico es tan importante a la hora de iniciar una terapia.
Pero… ¿por qué conseguimos un rapport terapéutico con unas personas y con otras no?
El fenómeno social “feeling” o “conectar con alguien” no se limita al campo de la terapia psicológica. En nuestra vida tendemos a conectar mejor con personas parecidas a nosotros, con las que nos identificamos en algún punto o de alguna forma. Nuestra identidad personal se encuentra muy influenciada por nuestro ser social. El ser humano es un animal social, necesita de otros para sobrevivir y desarrollarse.
No en vano, el famoso Aristóteles decía se “es” en tanto se “co-es”. Por supuesto, cuanto mayor sea el rapport establecido con la otra persona más posibilidades hay de que se sienta dispuesto a expresar sus pensamientos y preocupaciones. No obstante, hay formas de establecer una conexión adecuada con otras personas: escuchar de forma activa, establecer un contacto visual moderado y acorde a la situación, permitir la libre expresión sin juicios, sonreír, hacer preguntas de manera moderada, entre muchas otras estrategias.
La importancia del rapport para los profesionales de la salud mental
Cuando acudimos a un especialista de la salud mental lo hacemos llenos de dudas y preocupaciones: sabrá qué me está sucediendo, juzgará algo de lo que le vaya a decir, debo ser completamente honesto, debo ocultar algunas cosas para que tenga una buena opinión de mi… Los profesionales de la salud mental son conscientes de todas estas dudas y, por ello, se esfuerzan en cada sesión para crear un ambiente de confianza y rapport con el paciente.
El objetivo del profesional no es “dar lecciones” o juzgar lo que el paciente tenga que decirle. Son conscientes de que la persona que acude a pedir ayuda normalmente es porque lo está pasando mal. Establecer un adecuado rapport es vital de cara a dar con un diagnóstico certero y, en consecuencia, con el tratamiento más adecuado. Los profesionales de la salud mental se forman en las mejores estrategias y técnicas para que este rapport sea adecuado. Generalmente, nos encontraremos más cómodos con un terapeuta que sea claro y conciso en lo que tiene que explicar o comentar.
La ambigüedad, la libre interpretación y los dobles sentidos pueden deteriorar esa relación de confianza. Además, los profesionales de la salud mental suelen hacer autocrítica con relativa frecuencia para encontrar los puntos en los que puede mejorar la calidad de la terapia y, por ende, la relación terapéutica.
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